Tanto seas profesor novel como veterano, deberías reflexionar acerca de cómo planificar una clase de ELE.
Si crees que con una planificación mental o improvisando es suficiente, estás muy equivocado.
Te voy a dar algunas indicaciones básicas sobre cómo planificar una clase de ELE a través de cronogramas.
Llevo planificando clases de 2011 (ahora ya para clases online) y siguen siendo un aspecto de mi docencia al que dedico tiempo (eso sí, mucho menos de cuando empecé a dar mis primeras clases).
La principal excusa para no planificar es que requiere un esfuerzo y tiempo extra por parte del profesor cuando precisamente es todo lo contrario: más que quitarnos tiempo, nos permite ganar más.
Y mejorar increíblemente nuestras clases como profesor 🙂
Algunas ventajas a la hora de planificar
- Permite entender qué necesidades tienen tus estudiantes y ajustar cada clase a ellas.
- Facilita ver qué papel juega la clase de ese día dentro de la planificación global del curso académico.
- Da la posibilidad de adelantarte a la clase del próximo día y planificarla aún mejor.
- Ofrece seguridad a la hora de empezar tus clases. Sabes por dónde empezar, por dónde continuar y por dónde terminar.
- Ayuda a anticiparte a los posibles problemas que puedas encontrar durante la clase (conocimiento previo, tiempo, problemas de comprensión…).
- En el caso de que surja un contratiempo durante la clase, te permite improvisar adecuadamente.
- Se pueden compartir con otros profesores con el fin de recibir feedback y mejorar aún más la planificación.
- Ahorra tiempo de preparación porque las planificaciones se pueden guardar y organizar para futuras clases (esto lo explicaré detalladamente en el próximo artículo).
Consejos y errores a evitar
Las primeras clases son siempre desastrosas.
Los desastres vienen, principalmente, por errores de mala planificación.
Error 1: Improvisas
Crees que puedes impartir una clase de hora y media improvisando.
Eso lo crees cuando no tienes experiencia. Una vez das tu primera clase, te das cuenta de que has cometido un error.
Esa clase va a ser horrible tanto para ti como para tus estudiantes. Aprende de la experiencia y no vuelvas a cometer el mismo error.
Error 2: Planificas mentalmente
Quizá no improvises del todo y antes dediques un par de minutos a ver qué vas a hacer ese día en clase.
Algunos profesores pueden hacer esto y salir con un buen resultado, pero solo los veteranos: aquellos que se saben de memoria el contenido que van a impartir y cómo van a hacerlo porque ya lo han hecho durante años y años.
A no ser que tengas años y años de experiencia ofreciendo el mismo contenido (también me cuesta creer que vayas a trabajar toda tu vida con el mismo plan curricular y en el mismo centro escolar), planificar mentalmente es un suicidio.
Siempre hay contratiempos que tu mente no va a anticipar nunca.
Error 3: Crees que el manual te va a ofrecer toda la planificación
Cualquiera que sea el manual que utilices, nunca te ofrecerá todo el material ni el contenido que necesitas para tu planificación.
Y mucho menos te lo encontrarás bien estructurado, planificado ni secuenciado.
Los manuales te guían y te apoyan. Nunca planifican.
Los buenos profesores los cogen, les echan un vistazo y seleccionan qué les interesa de ellos para su propia planificación.
Y entonces, ¿cómo planifico correctamente?
Todos los errores anteriores se solucionan de una única forma: escribiendo tu clase con anterioridad.
Más concretamente, dedicando tiempo a elaborar un cronograma que te permita organizar y estructurar correctamente una clase.
Más tarde, tan sólo necesitarás llevarlo a clase y seguirlo punto a punto.
En el fondo es así de fácil.
¿Qué es un cronograma?
Un cronograma es una herramienta destinada, especialmente, para el profesor novel que quiere disponer, a un simple golpe de vista, de cómo está estructurada su clase.
Visualmente puede parecer una simple tabla de Word con los puntos esenciales de una clase (el tiempo, el tipo de actividad, el material, presentación/práctica…).
Sin embargo, como herramienta sencilla, versátil, ligera y sin muchos alardes que es, cumple con su cometido: comprobar que la estructuración de las actividades se encuentra bien secuenciada, que sigue un orden lógico interno y, en el caso de que haya algo que chirría, pues localizarlo rápidamente y solucionarlo para la futura clase.
Cómo escribir un buen cronograma para planificar una clase de ELE
Existen varios tipos de cronograma.
Yo te voy a mostrar cómo es el mío.
Por supuesto, si luego estás interesado, puedes acceder y descargar la plantilla del cronograma a través de un fantástico curso de planificación que he creado sintetizando 8 años de mi vida como profesor de ELE.
Vayamos con cada uno de los elementos “esenciales” de este cronograma.
Los objetivos de aprendizaje
Lo primero que tienes que hacer es pensar en qué objetivo(s) de aprendizaje querrás cumplir al final de esa clase.
En otras palabras, qué no sabían antes tus estudiantes (competencias, destrezas, conocimientos) y qué saben (hacer) después de la clase.
Todo ello tiene que tener formato de situación comunicativa (con sus respectivos objetivos comunicativos) y planteada en una tarea final.
Gran parte del contenido de esa clase estará relacionado con esa tarea final: qué recursos lingüísticos necesitan para llevarla a cabo con éxito el objetivo comunicativo planteado.
Además, tienen que enmarcarse dentro de los objetivos del curso, por lo que la clase de ese día es un trocito de esos objetivos globales.
Las presentaciones
En cada clase deberías presentar, al menos, algún contenido nuevo (exceptuando las clases de revisión).
Primero se presenta mediante alguna actividad (pre-tareas) y luego se practica formalmente o de forma más comunicativa.
Recomiendo que las presentaciones se hagan al principio de clase y se dejen las prácticas para el final.
No tiene sentido cerrar una clase presentando contenido nuevo que no se puede practicar correctamente.
Existen dos tipos de presentaciones.
Presentaciones de lenguaje
Todo lo relacionado con exponentes gramaticales.
Quizá sea el contrate entre el verbo SER y ESTAR, quizá sea algún tiempo verbal, quizá algunas preposiciones, aspectos sintácticos de algunas estructuras…
Presentaciones de vocabulario
Todo lo relacionado con el léxico y otros recursos lingüísticos centrados en el significado que vayas a trabajar ese día.
No todo es gramática en ELE…
Las prácticas
Una vez se presentas el contenido, luego hay que practicarlo.
Como las presentaciones, también existen diferentes tipos de prácticas.
Primero se llevan a cabo las formales y luego las comunicativas.
Nunca encadenes dos formales-controladas a no ser qué quieras quemar a tus estudiantes.
Práctica formal (controlada)
El típico rellena huecos de toda la vida (y todas sus variaciones).
Los estudiantes sólo tienen que completar formalmente algo que ya han visto. No son actividades significativas. Tienen una única respuesta cerradas.
Nunca abuses de este tipo de prácticas. Cansan y agotan al estudiante.
Práctica formal (semicontrolada)
No hace falta que las prácticas sean tan aburridas. Puedes dar atención a la forma con algo menos de control.
Existen prácticas semicontroladas en las que el estudiante práctica un aspecto formal de la lengua aportando algo significativo al contexto.
Tienen más libertad para crear y salirse del camino trazado aunque se siga dando atención a la forma.
Se pueden calibrar y ajustar desde un aspecto bastante formal (sin caer en la práctica controlada) hasta un aspecto bastante comunicativo (sin llegar a ser una práctica comunicativa).
Prácticas comunicativas
Se colocan siempre tras las prácticas formales.
Una vez puedas comprobar que el estudiante controla la forma, vamos a usar ese recurso lingüistico en una situación comunicativa y significativa.
Una situación que se pueda dar en el mundo real.
Por ejemplo, si has enseñado los números, la ropa y los exponentes para preguntar precios-talla-color en prácticas formales, crea un mercadillo en clase como práctica comunicativa.
El estudiante tendrá plena libertad para utilizar el contenido que él quiera con el fin de cumplir con su objetivo comunicativo (comprar).
El profesor no puede controlarlo. Si obligas a utilizar alguna estructura en específico ya no es una práctica comunicativa.
Las dinámicas
Las actividades se pueden realizar mediante diferentes dinámicas.
Cada una de ellas tiene sus propias ventajas e inconvenientes.
Individual
La actividad se realiza individualmente. Por ejemplo, la lectura de un texto.
Debes tener en cuenta que la actividad se sitúe dentro de la zona de desarrollo efectivo de todos los estudiantes.
Este tipo de dinámica conlleva un gran esfuerzo cognitivo por parte del estudiante, por lo que no abuses de ellas.
Parejas
La actividad debe incrementar el nivel de desarrollo potencial mediante la interacción de dos estudiantes.
Un estudiante con mayor competencia ayuda a otro estudiante con menor y se potencia el aprendizaje.
Grupos
Son actividades un poco más densas que necesitan más estudiantes.
La densidad tiene sus efectos positivos. Y no sólo estamos hablando de variedad de puntos de vista o de desarrollar el trabajo en equipo.
Ten en cuenta que las dinámicas de grupo llevan más tiempo que las anteriores, así que tenlo en cuenta en tu cronograma.
Clase abierta
Si quieres sonsacar vocabulario o hacer un análisis del conocimiento previo de tus estudiantes, utiliza esta dinámica.
¿Quieres contextualizar rápidamente antes de entrar en la actividad o poner en común los resultados de algunos ejercicios? Utiliza esta dinámica.
No abuses de ella. Resta concentración al estudiante.
Sí, incluso para las correcciones. ¿Has probado correcciones en parejas o en grupos?
Las destrezas
Si a estas alturas no sabes qué es una destreza ni cuantas hay, échale un vistazo al Diccionario de términos clave de ELE.
Mis recomendaciones son que las siguientes:
- Al menos debe haber alguna destreza pasiva en el cronograma (una comprensión lectora o una comprensión auditiva).
- Las destrezas pasivas deben estar al principio de clase (cuanto antes mejor).
- Integra destrezas y combínalas.
- No encadenes dos destrezas pasivas.
En la variedad está el gusto.
Todos deben ser capaz de llevarla a cabo individualmente.
Los warmers
Vienen de maravilla para empezar una clase, para terminarla o simplemente para cambiar el ritmo.
Son tan flexibles que puedes meterlos en el momento que quieras.
¿Vienes de una destreza pasiva y el ritmo ha bajado? Mete un warmer.
¿Vienes de una actividad formal y necesitas cambiar el ritmo antes de pasar a una comunicativa? Mete un warmer.
¿A pesar de lo que has planificado, el tiempo no ha sido el esperado y aún te faltan 10 minutos para terminar la clase? Mete un warmer.
Últimas palabras: fle-xi-bi-li-dad….
…ante todo.
El cronograma es una forma de planificación escrita.
Planificar no supone que no te vayas a encontrar con contratiempos en tu clase. Deberás ser flexible y adaptarte a situaciones que varían totalmente, como:
- Contexto de enseñanza
- Características del grupo
- Necesidades de los alumnos y estilo de aprendizaje.
Además, no te he hablado de otros aspectos claves en las planificaciones como son las contextualizaciones, las pre-tareas o las tareas finales.
Esto sólo ha sido un vistazo rápido.
Espero que hayas aprendido algo o, en el caso de que ya lo supieras, que te haya permitido revisar lo que ya sabes.